Cóctel Gin&Tónic





1 3/4 oz |  5 cl  | Ginebra
6 3/4 oz | 20 cl | Agua Tónica
Poner el hielo en una copa balón y revolverlo con la cuchara de bar ( bar spoon ) hasta enfriar la copa. Tirar el agua que se formó en la copa tras enfriarla. Agregar el agua tónica hasta la mitad de la copa vertiendola despacio y con cuidado, agregar la ginebra y acabar rellenando la copa con el agua tónica. Decorar según el gusto o según la ginebra con cáscara de lima, naranja, toronja, mandarina... piel o rebanada de pepino, baja de enebro ... yerbabuena, kiwi, fresas...

Según cuenta la historia, más leyenda que historia, todo comenzó en Perú en 1632. La Condesa de Chinchón, esposa de Luis Jerónimo de Cabrera - Virrey de Perú - se enfermó de malaria y en la corte consiguieron salvarle la vida gracias a la corteza de la cinchona...

... convirtiéndose así en la primera europea en superar la enfermedad.
Sea como fuera en realidad, a lo largo de la cuarta década del siglo XVII, las propiedades curativas de la corteza de la cinchona eran conocidas en Sudamérica y comenzó a importarse a Europa, tal y como relata un escrito de Pietro Castelli de la época. Su uso se extendió rápidamente por Europa y a finales del siglo XVII ya estaba reconocido por la Schedula Romana y la London Pharmacop.
El siguiente gran avance en la lucha contra la malaria y el uso de la corteza de la cinchona llegó de la mano de Pierre Joseph Pelletier y Joseph Bienaimé Caventou.

Estos dos científicos franceses consiguieron en 1817 aislar y extraer por primera vez el principio activo de la corteza de la cinchona, la quinina, para así poder generar medicamentos más fácilmente distribuibles.
Este nuevo medicamento en forma de pastillas de quinina, comenzó a enviarse a las distintas colonias europeas en África y Asia, centrándose en las zonas tropicales, donde la malaria estaba causando los mayores estragos. La dosis diaria de quinina pronto se convirtió en un martirio entre aquellos que se veían obligados a tomarla, a causa de su sabor extremadamente amargo.
En torno a 1825, los oficiales de la India, por aquel entonces aún colonia británica, encontraron un modo de hacer sus dosis diarias algo más placenteras. Comenzaron a disolver las pastillas de quinina en agua, añadiéndole zumo de lima, azúcar y ginebra, inventando así el precursor del popular gin tonic.

Aunque parezca un cóctel muy sencillo, hay que cuidar muchos unos detalles como...
No es necesario que sea una copa de balón, pero sí que se trate de un vaso ancho o similares. La razón está en el carácter aromático del Gin&Tónic. Por un lado, lo interesante de este cóctel es que la burburja de la tónica se expanda en la copa y libere los elementos aromáticos de la ginebra, cosa que resulta más sencillo en una copa de balón que en un vaso de tubo. Por otro, el vaso de tubo no permite apreciar las cualidades aromáticas en el olfato cuando nos acercamos a dar un trago. Además, la copa de balón tiene un pie con el que poder sostenerla sin que el calor de nuestra mano se transfiera al contenido.
Cuanto más frío esté un Gin&Tónic, mejor resulta. Por eso se permite abusar del hielo hasta que alcance el borde de la copa. Y cuanto más gordos y más macizos sean los cubos, mejor aún, ya que así se mantendrá el frío durante más tiempo evitando que el hielo se deshaga y agüe la copa.
La temperatura es un componente muy importante en el Gin&Tónic, ya que es un cóctel refrescante, y cuanto más tiempo aguante frío mientras te lo tomas, más lo vas a disfrutar. Realmente no es imprescindible que la ginebra se guarde en la nevera, pero sí es recomendable para que, al contacto con el hielo, éste se derrita lo menos posible.
Preparar un Gin&Tónic con una agua tónica caliente, provoca una pérdida de CO2 del 20% y cambia absolutamente la calidad de nuestro cóctel.
Contrariamente a la opinión de algunos profesionales, servir el Gin&Tónic con el apoyo de una cuchara de bar ( bar spoon ) no favorece en absoluto a mantener el carbónico y su efecto en la pérdida de CO2 es casi igual que el de servir una tónica caliente.


No se recomienda agregar jugo de limón, pues el ácido cítrico presente en esta fruta reacciona con el anhídrido carbónico de la tónica dejando a ésta sin sus características burbujas y haciendo que el gin-tonic pierda su fuerza en breves minutos. Por lo que se puede decorar sólo con piel de limón o de lima.

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