Categoría | The Unforgettables
Tipología | All Day Cocktail
Técnica | Shake & Strain
1 1/2 oz | 4,5 cl | Gin
1/2 oz | 1,5 cl | Jarabe de frambuesa
1/2 oz | 1,5 cl | Jugo de limon recién exprimido
1 | Clara de huevo
Vertir todos los ingredientes en un boston ( shaker ) sin hielo y agitar ( shaking ) enérgicamente - esta técnica se le llama dry shake -. Agregar el hielo y volver a agitar ( shaking ) enérgicamente. Colar ( straining ) en una copa de cóctel helada y servir. El cóctel no necesita decoración porque si bien agitado se va a crear una suave y persistente espuma arriba.
Uno de los cócteles clásico de la época anterior la Ley Seca de los Estados Unidos. La primera referencia sobre el cóctel las encontramos en 1908 en el libro de William "Cocktail" Boothby, "The World's Drinks And How To Mix Them "...
... en un artículo del periodico The New York Time del 15/7/1911 encontramos una información muy importante sobre el cóctel; se habla de el como de una bebida para las Damas ...
... y en el libro de Albert Stevens Crockett, " The Old Waldorf-Astoria Bar Book " del 1935 encontramos una información más sobre el; nos dice que fue creado en el Hotel Bellevue Stratford de Philadelphia, donde se reunía el Clover Club, un club de hombres de negocio, abogados, escritores que se juntaban a comer y tomar antes de la Ley Seca.
El Bellevue-Stratford Hotel fue construido y dirigido por George C. Boldt y su esposa Louise Kehrer Boldt quien después serán, además, los dueños del Waldorf-Astoria Hotel de New York.
Bellevue-Stratford Hotel |
George C. Boldt es hoy conocido como un innovador en la gestión y en el manejo de la hotelería americana y entre otras innovación cabe recordar que George y Louise fueron los primeros en admitir las mujeres no acompañadas en un hotel, acontecimiento revolucionario si lo colocamos en los primeros años del '900. Por eso hay quien opina que el cóctel Clover Club fue creado específicamente por atraer y complacer el público femenino que frecuentaba el bar del hotel así como reporta el artículo del The New York Time.
George C. Boldt |
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